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La bilioteca de Corpico se llama "Silvia Ramos"


Representantes de diversas instituciones del medio, familiares y amigos participaron en la tarde noche del viernes de un emotivo y merecido homenaje a Silvia Ramos, la vecina piquense fallecida en un accidente de tránsito ocurrido en diciembre de 2013. Durante el acto organizado por Corpico, en el marco del cierre de talleres culturales, se impuso su nombre a la biblioteca popular de la entidad solidaria.
La actividad comenzó a las 19:30 y se extendió hasta entrada la noche en la calle, frente a la sede de la biblioteca en calle 104 entre 11 y 13.


Durante el homenaje se escucharon mensajes de distintas autoridades de instituciones en las que desempeñó Silvia Ramos y también de sus familiares, para concluir con el descubrimiento del cartel indicador de la biblioteca que a partir del viernes lleva su nombre. La actividad también contó con la exposición de los diversos talleres desarrollados en la biblioteca de Corpico como fotografía, escritura, cocina, tejido, artesanías, la revista “A mente abierta” y el programa de radio “Como baldosa floja” de Salud Mental del Hospital Gobernador Centeno. Sobre el escenario montado en la calle actuaron el Coro de Corpico, el taller de folclore de Salud Mental, el Grupo Esperanza Parkinson en Acción y los Narradores de la biblioteca. El cierre estuvo a cargo de la creadora de las Tamboras del Viento, Silvia Palumbo.

Mensajes

El Movimiento por los Derechos de las Mujeres elaboró un mensaje para su ex integrante, donde destacó que “quienes estamos acá conocimos a Silvia Ramos en diferentes lugares y momentos de nuestras vidas. El afecto por ella es el motivo para que hoy la recordemos como lo que fue, una ciudadana entusiasta y comprometida por el bienestar común”.

Por su parte, la agrupación local de Tamboras del Viento, donde también militó Silvia Ramos, elaboró un documento donde sus integrantes remarcaron que “te conocimos emprendedora, libre y luchadora, siempre hacia delante. Te fuiste en tu mejor momento, cuando habías logrado todo lo que anhelabas y sobre todo tu libertad. Te sentías plena”.

Luego hicieron una presentación con canto y tambores, donde la recordaron como “loca, linda, libre, mujer feminista, humilde y solidaria. Madre, abuela y un orgullo para todos los que de una u otra manera llegamos a conocerte. Para Tamboras del Viento sos presente, porque estás siempre en cada tocata”.

Luchadora

Por su parte el viceintendente José Osmar García la recordó como una “luchadora ferviente”, con la “virtud” de hacerse escuchar en todos los ámbitos porque “hacía el reclamo y atrás venía la propuesta”. El funcionario lamentó que “es muy difícil encontrar personas con tanto compromiso y tanto amor por la ciudad”. Y valoró que “Silvia estaba, de corazón, en el carro de los hacedores”, destacó.

A su turno, el presidente del Consejo de Administración de Corpico, Carlos Rolero, también se refirió emocionado a su compañera de la Multisectorial, Partido Socialista y la dirigencia de la cooperativa. La recordó como “una mujer absolutamente entregada al prójimo, atenta a cada uno de los problemas de aquellos que la rodeaban”.

Rolero cerró su intervención con un mensaje escrito el día del fallecimiento de Silvia, donde ­entre otros párrafos- remarcó que “quienes compartimos horas y rutas con ella supimos de su nobleza, de su enorme capacidad para actuar en favor del prójimo. En definitiva, una gran activista de la solidaridad, del bien social”.


Carta


Uno de los tramos más emotivos del homenaje fue la lectura de la carta escrita por uno de los hijos de Silvia Ramos. A continuación se detallan algunos párrafos de dicho mensaje, donde se la recordó “siempre luchando por los demás, siempre brindando tanto amor, siempre colaborando, siempre involucrándote, siempre creando, siempre soñando y concretando”.

“Porque eras así, así de cabeza dura. Cuanta idea se te cruzaba por la mente, no parabas hasta llevarla a cabo, esquivando obstáculos y sin importar el qué dirán. Le dabas para adelante hasta cumplir tu objetivo.

No hay un sólo lugar al que haya ido en estos once meses desde tu partida, que no haya escuchado palabras de admiración hacia vos. ¿Sabes qué? Me infla el pecho de orgullo ser hija de semejante bestia de mujer. Vos nos enseñaste a creer, a luchar, a soñar.

Jamás te importaron las críticas. Vos nunca dejaste de ser y hoy me animo a decir cuántas Silvias le hacen falta a este mundoà Ojalá todos tuvieran un poquito de tu esencia y fortaleza. Todo sería mucho más cálido y viviríamos rodeados de enormes valores y amor del más sano”.