Recientemente ingresó en la Cámara de Diputados la Cuenta de Inversión 2009 del Poder Ejecutivo para su análisis y tratamiento. Lo que hemos podido observar es que en un año electoral, mientras que las cuentas presupuestas fueron subejecutadas, esos “fondos extras” por más de 25 millones de pesos pasaron a ser parte de los subsidios que el Ministerio de Bienestar Social (MBS) entregó a personas, que se incrementaron en 200% en el caso de aportes a “personas de existencia visible”, en 400% del “Fondo de Emergencia Social” y en 1.300% del “Fondo emergencia social municipios”. Y no son los únicos.
Así como hemos podido controlar los subsidios legislativos de la Cámara de Diputados de los abusos e irregularidades que se cometían mediante la modificación de una resolución, ahora deberíamos controlar las partidas utilizadas electoralmente por el gobierno cuyos destinos no se conocen.
La falta de transparencia imperante en el Estado pampeano hace prácticamente imposible poder controlar las cuentas públicas en el curso de su ejecución. La Cuenta de Inversión es un instrumento que resulta extemporáneo a estos fines ya que recién ingresa 9 meses después de que terminó el año al que se refiere. Poco se puede controlar: todo lo que podría señalarse ya está hecho.
El 2009 fue un año muy estrecho para las cuentas públicas. El impacto de la crisis mundial en nuestro país y algunas condiciones internas como la baja performance en la actividad agrícola producto de la sequía conformaron un combo que retrajo la actividad estatal. Globalmente el Gobierno Provincial gastó menos de lo que presupuestó. Dijo que iba a gastar 2.958 millones y gasto 2.833 millones (ver recuadro).
Presupuesto Aprobado
2.958.087.531
Compromisos Asumidos
2.833.637.831,36
Ejecución presupuestaria
95,77%
Un primer análisis de algunos aspectos no dejan de llamarnos la atención. Y nos referimos especialmente a las partidas que multiplicaron exponencialmente su crecimiento en un contexto de máxima rigidez. El gobernador Oscar Jorge no escatimó en incrementar todas las partidas destinadas a transferencias a personas, cuyo manejo es absolutamente discrecional, en el año electoral.
Aún hoy recordamos las largas colas en los pasillos del MBS que en ese momento era presidido por una de las candidatas a diputada nacional. Como primer punto decimos que los “aportes a actividades no lucrativas” que incluyen aportes a personas físicas y subsidios a instituciones pasaron de 5,4 millones de pesos a 14,5 millones de pesos, es decir un incremento en este tipo de asignaciones de más del 300%.
Puestos a observar la ejecución detallada el foco debe posarse sobre el MBS con todas sus dependencias. En el propio Ministerio los aportes a “Personas de Existencia Visible” tuvieron un incremento moderado pasando de 65.200 pesos a 172.114,80 pesos. “solamente” más del 200%.
Los montos más importantes comienzan a aparecer cuando comenzamos a analizar el presupuesto de la Subsecretaría de Políticas Social. En primer término el “Fondo de Emergencia Social” que son aportes a personas pasó de 1,3 millones a casi 5 millones de pesos, esto es casi 4 veces más el presupuesto original.
Otra de notable crecimiento fue el “Fondo Emergencia Social Municipios” que constituyen transferencias a Municipalidades y Comisiones de Fomento para atender al gasto social. Dicha partida pasó de un escuálido monto de 730.000 pesos a más de 10 millones de pesos, experimentando un crecimiento de más de 1.300%.
En la Dirección General de Acción Social no existía una partida de aportes a entidades “benéficas” o más conocidas como Fundaciones, Asociaciones, etc. en el presupuesto aprobado por la Cámara su saldo era cero, en la cuenta de inversión actual aparecen como gastados efectivamente 2,11 millones de pesos y otra partida de 448.511 pesos.
En resumen, de un primer análisis del gasto social en un año electoral podemos ver que el PJ en un contexto de subejecución presupuestaria se hizo de más de 25 millones de pesos extras para reforzar una obscena campaña que todos vimos y que consistió en repetir viejas prácticas vinculadas al oportunismo electoral, y que no responden a política publica alguna.
Hoy, cuando estas y otras transferencias de fondos públicos son puestas en cuestión por la opinión pública, es necesario seguir impulsando la total transparencia del manejo de los fondos públicos. Desde nuestro espacio hemos impulsado diversas iniciativas en procura de mejorar el acceso a la información pública para que los fondos sean asignados de manera correcta, clara y transparente, a partir de políticas de Estado y sin discriminación alguna. Como se pudo modificar el manejo discrecional de los subsidios legislativos, es la hora de hacer con los subsidios del Ejecutivo.